dilluns, 8 de juliol del 2019

El que espera...

Lo sé. No hace falta que me lo recordéis. Soy consciente de lo desaparecida que he estado durante este tiempo... Y aunque suene a excusa de las baratas, he tenido mil ocasiones para escribir, pero nunca he encontrado el momento indicado. Disculpadme. 

En mi última entrada os conté mi tercer y último día como interina en Alicante, pues bien, en la de hoy, me gustaría describiros como han ido pasando los largos días, semanas y meses hasta el día de hoy.

Desgraciadamente, en este tiempo no he vuelto a sentir esas cosquillitas y nervios que sentí aquel martes 26 de marzo cuando leí en el listado de adjudicaciones de ese día la maravillosa y tan esperada palabra: ADJUDICADA. 

Mentiría si dijera que no confiaba en volver a coger una sustitución. Mentiría si dijera que no se han hecho eternos estos meses post adjudicación. Mentiría si dijera que no me levantaba esperanzada cada martes y jueves, esperando de nuevo ver esa palabra mágica que te trastoca y cambia la vida en una milésima de segundo. Pero... siendo consciente y realista, sé que este año el movimiento de la bolsa ha sido difícil, por no decir imposible. Por ello, en su día me sentí una privilegiada, y conforme han estado las cosas durante este año, en relación con la bolsa de interinos del cuerpo de maestros y especialidades... Me reafirmo en ese pensamiento, y además considero que no sólo lo fui en su momento, si no que, a día de hoy, también lo soy por haber aprobado una oposición hace justamente un año, y haber trabajado durante mi primer año como interina. 

Estoy segura que más de uno/a, os estáis preguntando ¿qué ha hecho esta entonces en este tiempo? Pues bien, los que me conocéis, sabéis que no paro. Me considero una persona muy inquieta y activa en cuanto a formación, y eso es lo que he estado haciendo, a parte de tirar una mano en las escuelas infantiles de mi madre, siempre y cuando se me ha necesitado. Durante este tiempo he seguido con el Máster en Dificultades de Aprendizaje que estoy cursando este año, profundizando todavía más en el mundo de las diferentes capacidades dentro de lo diversa que es la sociedad en la que vivimos. Además, he realizado diferentes cursos sobre mi especialidad (Educación Especial), y he ampliado horizontes en el mundo de las nuevas tecnologías. En resumen, no he parado, y tampoco creo que lo haga en estos meses de vacaciones veraniegas, pues aunque sea a través de la lectura (otro de mis hobbies), me encuentro en un período constante de formación, además de encontrarme ahora mismo trabajando en l’Escoleta d’Estiu que ofrece mi madre en sus Centros de Educación Infantil. Nunca hay que rechazar una oportunidad de trabajar, y mucho menos cuando es de lo que más te llena. 

En cuanto a la bolsa, a finales de julio será la primera adjudicación para aquellos/as que empiecen el curso. En mi caso, dudo mucho que me adjudiquen en ella, pero confío en estarlo antes de navidad, pues con la rebaremación de posiciones, estaré por delante de aquellos nuevos interinos que durante este curso escolar no han consolidado (consolidar = trabajar aunque sea un día). 

¿Y mientras tanto qué?, A parte de continuar con el máster y volver a los idiomas, cruzaremos los dedos y seguiremos esperando. Espero esta vez, no desesperarme, pues  como dice el dicho: “El que espera…”



P.D.: Prometo escribir alguna publicación durante las vacaciones… Pero para no perderos nada, podéis seguirme en la cuenta de Instagram @historiadeunamaestrainterina 😉

Qué duro es decir adiós, pero que injusto es en esta ocasión.

  Quien me conoce, sabe que no me gustan las despedidas. Soy una persona muy sensible de lágrima fácil. Decir adiós nunca fue fácil, pero lo...